viernes, octubre 12, 2007






"pero en la simpleza suele estar la raíz de la verdad"




jueves, octubre 04, 2007

no ordinary afternoon ....


"Me gusta esta hora del día. Me gustan los colores".

Cerca de las siete de la tarde, cuando todo es entre azul y naranjo. "La Hora Perfecta", como me enseñaron en alguna clase de lenguaje visual. Esa hora en que todo empieza a perder los límites detrás de un velo de luz mágica, en que las cosas pasan más despacio, como dejándose sentir con toda la intensidad de la calma.

La misma hora en que yo lo imaginaba, y sentía como se bajaba el telón. La misma hora en que alguna vez estuve mirando cerros multicolor en el desierto, y el orgullo se me hacía una pelotita gris que se alojaba en la mitad de la garganta.

La misma hora en que otros nosotros mirábamos por la ventana y pensábamos que eramos eternos. Y antes de rendirnos, a ratos, sí lo fuimos.


Y ahora todo está bien. Todo debería estar bien. Tengo casi todo lo que cualquiera podría querer. Y, sin embargo, todavía me hace falta.

"Si todo esto fuera verdad, yo sería una cualquiera", escribió una amiga. A veces yo soy un poquito una cualquiera. Cualquier persona, cualquier mujer.
Ese mismo año, mientras miraba cerros de mil azules y el cielo incendiándose en violetas que peleaban con rojos que se dejaban ganar; mientras me juraba no volver nunca más a ese pueblo minero, a ese pueblo que me rompía las manos y más adentro también; mientras pensaba que era tan cierto que "al lugar dónde has sido feliz, no debieras tratar de volver"; me juraba también que todo se había terminado. Las buenas obras, la buena fe, seguir creyendo en "nosotros", en cualquier nosotros. Pero no se terminó. No todo por lo menos.

No sé qué es lo que me sigue atrayendo. No sé qué es lo que me sigue hipnotizando, lo que controla mi razón, mi voluntad. Qué poder tan oscuro me deja igual que ese día, que ese año: Jurando y re jurando, pero sabiendo que no soy capaz de cumplir.

La Javiera me pregunta que cuándo ha sido importante el "por qué", cuándo le hemos hecho caso a la razón. Y me quedo sin respuesta. Soy puro corazón, me digo en tono de talla. Me falla a veces el corazón, y dejo la talla.

La vida en azul, la vida en la hora perfecta. La vida en pausa, en tregua. La antigua vida en una tarde. La nueva, todas las tardes.