lunes, agosto 25, 2014

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que quise escribir. Ha pasado mucho tiempo, mucha gente y muchas historias.
He conocido algunas personas que me han llamado profundamente la atención, que siento que de alguna manera se conectan con una parte de mi que creí olvidada... mejor, que creí superada.
Y me hacen cuestionarme todo: las reglas, los espacios, los tiempos, las casualidades. Hay un par de personas en particular que, hoy por hoy, me tienen el mundo de cabeza y que, sin saberlo tal vez, me han obligado a mirarme. Y no puedo decir que me alegro de haberlos conocido, porque la verdad, era todo más fácil antes de que tomaran un lugar en mi vida. Pero, la verdad también, nunca he sido buena para lo fácil.

En resumen, soy más grande pero sigo bastante parecida a lo que era. Soy más grande, debería tener más claridad y sólo tengo más dudas y la misma cantinela de siempre suena de fondo.
Soy más grande, no tengo más claridades - de hecho, creo que me he oscurecido un poco- pero creo también que nunca había estado más cómoda en mi propia piel. Creo que nunca había estado tan cómoda con ser lo que soy, con ser cómo soy,  aunque miles de pensamientos ultra católicos traten de hacerme pensar y sentir distinto.

Así es que, salud por hoy. Salud por las cosas que no son fáciles pero que me hacen sentir más viva que nunca. Y salud (y gracias) por los que me recuerdan que somos infinitos.

Pd: cosas que pasan por tomar desde tan temprano.



No hay comentarios.: